De inicio salieron tres centrales de inicio con Silvio y Cebolla Rodríguez como laterales. Este planteamiento defensivo del Cholo, pronto se vio trastocado. Fue en el minuto cuatro cuando el Levante se adelantó gracias a El Zhar que marcó al aprovechar un mal rechace de la defensa rojiblanca tras un saque de esqina de los granotas.

Comenzaban mal las cosas, pero los rojiblancos no acusaron el golpe y poco a poco fueron tomando el control del partido. Tiago tuvo el empate en el minuto 14 cuando un cabezazo suyo se fue fuera por poco. Era una a anticipo de lo que finalmente fuera el empate. Este llegó en el 21 cuando un derechazo de Arda desde fuera del área entró por mismisima escuadra de la porteria defendida por Munúa.

El equipo había hecho lo más difícil, levantarse del mazazo inicial y logar empatar pronto. No se quedó ahí la reacción y fueron a por el segundo ante un Levante que lo dejaba todo a la suerte de contagrolpear con acierto. Y a punto estuvo de conseguir volver adelantarse en el minuto 35, tras un gran disparo de Iborra al larguero, en una buena jugada del conjunto granota. Sólo fue un susto que no impidió que el equipo siguiera en busca del 1-2, aunque finalmente se llegó al descanso con el 1-1 que en el marcador.

La segunda mitad comenzó con la misma tónica con la que acabó la primera. El Atlético dominaba mientras el Levante esperaba agazapado en busca de la contra. Tiago fue el primero en avisar al enviar fuera por poco un disparo. Era el minuto 50 y el Atlético estaba madurando el partido.

Viendo que el gol no llegaba y que su equipo estaba atascado por el centro, Simeone se la jugó dando entrada a Oliver en el minuto 63. El canterano entró por Adrián para darle al equipo esa mordiente que necesitaba arriba. El chaval no le perdió la cara al partido y creó peligro con sus pases.

El Atlético mandaba, pero el Levante seguía creando peligro a la contra. Simeone quemó sus naves haciendo debutar al canterano Kader para darle más profundidad a la banda derecha y dando entrada a Raúl García buscando la llegada del navarro. Los rojiblancos rondaban el gol ante un Levante que sólo quería escuchar el pritido final para poder respirar tranquilo. Y lo pudo hacer porque el partido acabó con 1-1.