2-1 Colíderes junto al Barça tras una gran victoria ante el Málaga.
Jornada redonda en la que todos los resultados fueron favorables. En el Calderón, nueva victoria al límite del partido ante nuestro nuevo rival directo, el "Málaga". En el Nou Camp, empate entre los dos "galácticos". En Balaídos, derrota del Sevilla y en el derbi valenciano, derrota del Valencia. Colíderes igualados a puntos con el Barça, el Málaga a cinco puntos, el Sevilla y el Madrid a ocho y el Valencia a once. ¿Pudo ser mejor la jornada?. Probablemente, no, pero no nos debe importar lo que hagan los demás y debemos de ir partido a partido. De acuerdo, Cholo, pero eso es dentro del vestuario. Los aficionados, ¡disfrutemos de estos mágicos momentos de nuestro Atleti!. Quince partidos seguidos ganados en Europa: récord histórico de victorias, nueve victorias consecutivas, de las cuales seis son en Liga. ¿Podemos soñar despiertos?. ¿Por qué no?
El empate en Barcelona dejaba el liderato a tiro de piedra para el Atlético, que debía ganar al Málaga para empatar al Barcelona en lo más alto de la tabla. Sin saber el resultado del clásico, pero con la convicción de ganar a un Málaga que será un rival directo en la zona noble, los rojiblanco tenían marcado este partido en el calendario. No querían fallar. Y no lo hicieron, de la mano de un Falcao que no pierde apetito. Un gol de nuevo sobre la bocina dio al conjunto colchonero tres puntos más para seguir soñando.
El Atlético saltó al campo valiente, decidido, intenso. Como casi siempre desde la llegada de Simeone. No quería dejar respirar al Málaga, que apenas podía sacar el balón desde atrás. Los rojiblancos apretaban y encontraron pronto su premio, concretamente a los seis minutos. Emre puso un gran balón desde la izquierda para un Falcao que llevaba segundo marcando el desmarque. El colombiano robó la cartera a Monreal y en plancha, atacó el balón para mandarlo a la red. 1-0 y el partido donde quería el Atlético. Reaparecía el Tigre, y lo hizo a lo grande, rugiendo en forma de gol por octava vez en lo que va de Liga.
Los siguientes minutos continuaron con la misma tónica. Presión asfixiante de los colchoneros y un Málaga perdido al que le costaba mucho encontrar a Isco. Y cuando lo lograba, los perros de presa del Cholo le asediaban, con especial mención a un Mario Suárez que firmó una gran primera parte, permitiéndose incluso algún lujo para dar salida al esférico. Arda y Adrián lo intentaban por banda y el peligro merodeaba la meta de Caballero, con Falcao siempre al acecho. Sólo el desacierto del asistente en varias ocasiones evitó que los madrileños se acercasen al segundo tanto, señalando inexistentes fueras de juego en acciones potenciales de gol.
Pero despertó el Málaga. Y lo hizo con un disparo lejano del ex rojiblanco Camacho en el minuto 33. Era el primer intento andaluz sobre Courtois. Y en el segundo llegó el empate. Buena combinación por banda izquierda que acaba con un centro de Monreal buscando el área del Atlético, donde Santa Cruz se adelantó a Miranda para, también de cabeza, batir a Courtois. De ahí al descanso, tiempo para el tanteo, pensando ya en la segunda parte con las espadas en todo lo alto.
También comenzó tranquilo el juego en la reanudación. El Málaga parecía cómodo, con Saviola en lugar del autor del 1-1, pero el Atlético metió una marcha más de la mano de un Adrián que va encontrándose mejor. Primero, con una jugada de fantasía que acabó en córner, después con un gran cambio de ritmo tras pase de Arda y centro a Falcao, que no pudo orientar el remate y por último, con un disparo desde fuera del área que rozó el palo. Los rojiblancos habían vuelto.
Simeone retiró del campo a Emre para dar entrada al Cebolla Rodríguez, pasando del 4-2-3-1 a un 4-4-2, con el charrúa y Arda en bandas y Adrián y Falcao arriba. Pronto comenzó el Cebolla a hacer de las suyas por la izquierda, protagonizando una genial cabalgada cuyo centro a punto estuvo de cabecear el colombiano. Raúl García había entrado por Adrián en busca del gol. El cansancio comenzaba a dejarse notar en los jugadores de ambos equipos y todo hacía indicar que el choque acabaría en tablas.
Pero la fe de este Atlético es inquebrantable. Minuto 89. Una falta lejana, un balón colgado, un rebote y la pierna de Falcao, junto a la de Monreal, que manda el esférico a la red. La locura se desató en el Calderón, y no sólo en la grada. Los jugadores colchoneros lo celebraron por todo lo alto junto al banquillo, con un Simeone eufórico. No era para menos. Tres puntos de oro, ante un rival directo, y el Atlético colíder de la Primera división. Casi nada.