1-1. El gol de Morata en el primer tiempo no bastó. Radamel Falcao marcó de penalti al límite del tiempo reglamentario.
Tras el buen partido de los del Cholo en San Mamés, volvía la Liga al Wanda Metropolitano con el derbi ante el Rayo. El Atleti se adelantó pronto en una igualada primera mitad con un gol de Morata tras una gran asistencia de Griezman. Pero en la segunda mitad, el Rayo plantó cara y ya tuvo la oportunidad de empatar antes tras merodear ante la portería de Gbric, pero no lo consiguió hasta el minuto final del tiempo reglamentario. El empate finalmente llegó mediante un penalti transformado por el Tigre Falcao, después de una mano de Giménez que se confirmó tras revisar el VAR. Mediada la segunda mitad, el VAR también tuvo que intervenir con acierto para confirmar un fuera de juego de Griezmann por muy poco, justo antes de rematar a la red de la portería de Dmitrovic.
Tras este merecido tropiezo en el Metropolitano, se vuelve a poner de manifiesto que el equipo juega mejor fuera saliendo a la contra que en casa, donde le toca construir y llevar la iniciativa, pero una vez más tener ventaja en el marcador le vuelve a perjudicar, por el afán de conservar la renta mínima, que tantas veces le ha valido, pero que esta vez no ha podido conservar, por lo tanto, justo "castigo".