2-1 Tras un dudoso gol anulado a Griezmann, el postrero gol en el último minuto no fue suficiente. Aunque el Atleti tuvo ocasiones para empatar ante un buen Diogo Costa, Oblak evitó una derrota más abultada.

Once inicial  del Atleti que se jugaba su futuro europeo en Oporto.
Once inicial del Atleti que se jugaba su futuro europeo en Oporto.

Se la jugaba el Atleti en Do Dragao para intentar evitar dentro desastre europeo, el menor de los fracasos: la Europa League. Pero un mal arranque del partido, con una losa de dos goles en contra en los primeros veinticinco minutos, hizo la montaña europea más difícil de escalar para los del Cholo. Los goles de Taremi y Eustaquio, en dos jugadas mas defendidas como parte de la aciaga noche de la retaguardia de los hoy naranjas del Atleti, que  si no hubiera sido por un magnífico Oblak, que con muchas excelentes intervenciones evitó una goleada mayor de los dragones.

Griezmann, al que se anuló un gol de manera muy discutible y Carrasco, los mejores de la vanguardia atlética, sin suerte de cara al gol.

El equipo lo intentó y tuvo ocasiones para acortar distancias, sobre todo en la segunda mitad. Una de ellas, acabó en las redes del meta portugues Diogo Costa, excelente  también durante toda la noche, pero el árbritro anuló el gol por una falta muy discutible de Rodrigo de Paul. Ya en el tiempo de descuento, un córner lanzado por Carrasco, fue peinado a su propia portería por Marcano, significando el 2-1, que llegaba muy tarde. Minutos antes, el partido de Leverkusen al que hubo que estar mirando de reojo todo el partido, había acabado en empate sin goles, para certificar la inesperada pero merecida eliminación europea.  

Resignación de los jugadores atléticos, disculpándose ante la afición que viajó a Oporto.
Resignación de los jugadores atléticos, disculpándose ante la afición que viajó a Oporto.

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