2-0. Frenazo en la Liga en un mal partido en el que el arbitraje tampoco ayudó.
Un mal partido, especialmente en la primera mitad, que supone un grave frenazo para los rojiblancos en su lucha por defender el título. Tras la gran victoria ante el eterno rival, era necesario confirmarlo en la difícil salida de Balaídos tras las victorias del Real Madrid y Barcelona, pero no pudo ser y los tres puntos se quedaron en tierras gallegas.
El equipo salió por primera vez con tres puntas, lo que supuso que sobre el terreno de juego que el Celta consiguiera el control del centro del campo, impidiendo la salida del balón de forma fluida por parte de los madrileños, muy imprecisos en todas las jugadas. Simeone observó está circunstancia, y reaccionó cambiando a Tiago a la media hora, probablemente el mejor en el partido de la semana anterior, pero muy desafortunado en este partido. El cambio no consiguió el objetivo y los gallegos continuaron teniendo el dominio del balón, aunque sin crear apenas oportunidades. Por parte atlética, apenas destacable un tiro lejano de Griezmann que paró Sergio Sánchez. Así se llegó al descanso con el 0-0 inical.
En la segunda mitad, entró Cani por Torres para intentar tener el balón y el control del centro del campo. Mejoró el juego y la posesión del Atleti, pero sin llegar a tener el control del partido en ningún momento. Mediada la segunda mitad, llegó una de las jugadas claves del partido, tras una clara mano de un defensa céltico en una ataque colchonero que no vio el árbitro, y que en el contraataque del Celta, acabó en un justo penalti de Miranda, que transformó Nolito. Pudo empatar el Atleti, tras un fuerte remate de Griezmann, que Sergio Sánchez, de nuevo providencial como en el partido del Calderón, detuvo en dos tiempos tras rebotar en el palo, evitando el empate. Poco después, un balón que llegó al área madrileña a los pies de Orellana, culminó su gran partido con un remate cruzado al palo contrario que acabó en el fondo de las mallas de Moyá. Este 2-0 fue un mazazo casi definitivo para el actual CAMPEÓN, que volvió a verse perjudicado por otro error arbitral, al no ser sancionado un claro pisotón en el muslo a Siqueira en el área vigués a Siqueira que no fue apreciado como penalti por el árbitro. Y pudo ser peor, si Larrivey no hubiera fallado un gol a puerta vacía tras un pase de Nolito o si Moyá no hubiera realizado una gran parada casi al final del partido, rechazando un fuerte tiro de nuevo de Orellana.
Tropiezo importante del Atleti, que a pesar del mal arbitraje de Martínez Muñera, no vale como excusa para una grave derrota que le aleja a siete y seis puntos respectivamente de los dos primeros clasificados y que ve recortada la distancia de dos de sus perseguidores en la lucha por la Champions a tres y cinco puntos respectivamente. ¡¡¡Hay que levantar el ánimo!!! ¡¡¡Queda mucha Liga!!!
