0-0. Empate final sin goles que no hace justicia a lo visto sobre el césped y que vuelve a castigar la falta de gol atlética.

Las gradas del Philips Stadium de Eindhoven presentaban un lleno hasta la bandera y recibieron a los equipos con un espectacular juego de luces y un gran mosaico rojiblanco, pero en esta ocasión de apoyo para los locales y no a los madrileños.

Nada más iniciarse el partido llegó la primera ocasión para los del Cholo. Fue tras un pase largo para Vietto que se adelantó a la salida del portero Zoet, levantado el balón por encima pero que Bruma acabó salvando casi desde la línea de gol.

Pero la ocasión más clara llegó en el minuto 29, tras un envío en profundidad de Koke a Griezmann, que en un mano a mano con Zoet no consiguió marcar, debido a una mano providencial del guardameta que evitó el gol. A pesar del claro domino rojiblanco, dos minutos después llegó la mejor ocasión de partido para los tulipanes. Fue tras un buen remate de Pereiro que rechazó Oblak en primera instancia y después Godín tuvo que despejar el remate posterior cuando iba camino de la red. Y así se llegó al descanso.

En la reanudación, el primer acercamiento  con peligro, llegó tras un centro lateral que llegó al área atlética y que Koke despejó a córner pasando el balón muy cerca del poste de la portería de Oblak. Fue un "pequeño" susto. En el minuto sesenta y uno llegó un gol bien anulado a Godín por falta al rematar de cabeza apoyándose en un contrario. Poco después, llegó una jugada importante que pudo y debió marcar el partido: la justa expulsión de Gastón Pereiro tras la segunda amarilla por un codazo a su compatriota Godín. Si hasta ese momento, sólo había habido un equipo que dominará y creara peligro, a partir de ese momento, el Atleti pasó a encerrar a los de Cocu en su campo. Muchas aproximaciones como un tiro lejano de Gabi que paró Zoet, o un remate fallido de Torres que salió muy alto a pesar de la clara posición del delantero de Fuenlabrada. Pero los holandeses también tuvieron una opción tras un pase de Hendrix al área que remató Lestienne cerca de la escuadra rojiblanca. Y a pesar de la insistencia rojiblanca, sabedor de la importancia de haber marcado un gol, especialmente aprovechando la superioridad numérica, llegó el final del partido con el empate inicial.

Todo queda para el partido de vuelta en el Calderón donde esperemos que puedan haber afinado ya la puntería para evitar lo que sería una gran fracaso, ya que el PSV demostró que, a pesar del empate final, está muy lejos de los madrileños.