1-4 El gol de Morata solo fue un espejismo de remontada ante un gran Osasuna. Afortunadamente los deberes ya estaban hechos. 

Tras el solvente partido del Atleti en Getafe para cerrar la clasificación para la Champions, llegaba este último partido en el Cívitas Metropolitano y esta vez con los deberes ya hechos, el Atleti dio su peor cara de la temporada, saliendo justamente goleado por un gran Osasuna, que dejo en evidencia la carencias de los del Cholo, sobre todo en defensa, encajando cuatro goles y gracias a que Oblak volvió a evitar alguno más. 

Los de Jagoba Arrasate se adelantaron en el marcador en la primera mitad con un gol de Raúl García de Haro y el segundo nada más reanudarse el partido tras el descanso por medio de Aimar Oroz. Poco después, Morata, que acababa de saltar al terreno de juego, volvió a marcar tras su larga sequía tras asistencia de Lino y parecía que podía ser el inicio de la remontada, pero solo fue un espejismo ya que Osasuna siguió con su buen partido, llevando siempre la iniciativos y de nuevo Raúl García de Haro ponía tierra de por medio en otro desajuste defensivo con el 1-3. Y el varapalo fue mucho mayor , ya en el tramo final del encuentro cuando Lucas Torró cerro la cuenta navara con el definitivo 1-4. El Atleti, muy desdibujado pudo marcar algún gol más, sobre todo tras un remate al palo de Lino y un gol bien bien anulado por fuera de juego tras el cuarto gol pamplónica, pero también pudo recibir alguno más tras otra remate al palo de los hoy verdes o dos grandes paradas de Oblak evitando una goleada todavía más sonrrojante.

Tras esta dura pero merecidísima derrota, a pesar de haber cumplido el principal objetivo de la temporada, solo queda pasar por Anoeta para cerrar la temporada y hacer balance, pero este partido puso en evidencia que hay que hacer una profunda revisión de cara a la próxima temporada para renovar el equipo, sobre todo en defensa. Y en la grada, malestar y run-run antes de hacer el balance final de esta irregular temporada.