3-0. La debilidad defensiva atlética y el poco potencial ofensivo marcan un cambio radical en Valencia respecto a la exhibición de Vallecas.
Tras la exhibición de Vallecas, la suspensión del partido ante el Sevilla por la Dana y el parón de selecciones volvía el Atleti a Mestalla para medirse al Valencia de Rubén Baraja de nuevo en Liga. Y la vuelta no pudo ser peor, con una cara completamente opuesta a la mostrada ante el Rayo en el último partido liguero.
Nada más iniciarse el partido se adelantó el Valencia con un gol de Hugo Duro rematando a la red ante la poblada y estática defensa de los hoy verdes del Cholo. Este gol desestabilizó a los madrileños que se mostraron muy erráticos e imprecisos a partir de aquí hasta que en le minuto 30' en otra desafortunada jugada defensiva del Atleti en la que de nuevo Hugo Duro tras deshacerse de varios defensores, batió de nuevo a Oblak para establecer el 2-0 con el que se llegó al descanso.
En la reanudación, el Atleti salió con la intención de recortar pronto distancias, hasta que sin tardar mucho, llegó un gran remate de Javi García desde fuera del área que con una precisa rosca volvía a batir de nuevo al cancerbero esloveno, para tapar de raíz toda la reacción atlética con el mazazo del 3-0. A partir de ese momento el Atleti lo intentó, pero sin ningún tipo de convicción y apenas creando dos buenas ocasiones por parte de Morata y Correa respectivamente, muy bien resueltas por Mamardashvilli. Pero el varapalo incluso pudo ser peor, de no haber aparecido Oblak una vez más con algunas acertadas intervenciones para evitar más goles de los chés. Y no acaba aquí todo lo malo del partido, ya que Tomas Lemar se tuvo que retirar gravemente lesionado en el tendón de Aquiles y pudiera ser que se perdiera lo que resta de temporada.
Tras este inesperado tropiezo por lo contundente y merecido del mismo, vuelve el Atleti a la Champions en Roma ante la Lazio el próximo martes, esperando que esto de Valencia haya sido solo un mal día y el equipo tome nota de ello y remonte el vuelo en la máxima competición europea para evitar que vuelvan a aparecer los fantasmas continentales de la temporada pasada. Y siguiendo con la máxima de partido a partido, ahora solo toca pensar en la final ante la Lazio y después ya habrá tiempo de pensar en el derbi del próximo domingo en el Cívitas Metropolitano.